...para cambiar lo que somos.

Ya nadie escribe sobre el valor,
ni de lo que Becquer hubiera dado por un beso,
después de dar el mundo por una mirada
y el cielo por una sonrisa.
Ya a nadie le interesa el romanticismo, ni el amor eterno,
ya nadie escribe sobre el miedo.
A nadie le interesa la gente que está sola, que no tiene donde ir,
aquella que se refugia en la soledad y se abraza en medio de la noche
sabiendo que es la única persona que permanecerá
hasta el resto de sus días.
Ya nadie baila en los portales, ni se paran a mirar al hombre que toca la guitarra
en medio de la noche. Y que llora, después, en su propio hombro..
Todo el mundo corre, queriendo volar, sin saber que aún no hemos nacido con las
alas puestas. En este mundo ciego en el que todos miran pero...pero nadie observa.
Ahora entiendo el porqué por una mirada, Becquer, hubiera dado el mundo. Yo también lo hubiera hecho sabiendo que hoy ya nadie se detiene por salvarlo.
Nadie nos lee el prospecto de la vida,
ni a las niñas  les explican que deshojando margaritas
no es la mejor forma para saber si alguien las quiere,
porque son la mejor flor que no sólo necesita la primavera para florecer,
sino el mejor perfume que todos debemos oler
en este mundo basura.
Quién está ahí para decirte: "PARA", "No corras más"
que la velocidad te está echando un pulso a la razón
porque sabe que es el corazón
el único que termina herido, por volverse a enamorar.
Quién está ahí para decirte: " eres demasiado niña para sufrir, y demasiado mujer para seguir haciéndolo."
Quién está ahí...
Dicen que tenemos una mano para contar los amigos que tenemos
y yo los cuento por los cuentos que no me cuentan,
pero me hacen vivir las mejores aventuras.
Los que me ofrecen un hombro, no para llorar,
sino para decirme: "descansa un poco, aún nos queda un gran camino por recorrer."
Que todo pasa por algo, me suelen decir;
la suerte, pienso.
Luego,
sé que existe.