Manos a esta obra rota.

Hoy me he despertado y seguía siendo de noche y he pensado: ¡Joder, donde está aquella luz que me entraba por tus pestañas! Y dónde están tus pestañas y tu luz y a quién coño despiertan ahora. Y a quién haces trucos y tratos y promesas que ya no me prometen a mi. Y quién será tu prometida y quién seré yo el día de tu boda ¡Pero y quién seré yo, joder! Pero y quién te jurará amor eterno y te ofrecerá todos sus futuros contigo si una vez ya lo hice yo. Quién me arrancará estas manos para que no te recojan más cuando caigas porque siempre estarán dispuestas a levantarte del suelo. Y quién morirá por ti el día que tu llores. Quién llorará por ti el día que yo muera, porque será el día en el que la poesía deje de hablar de ti y la gente deje de recordar quien eras. De quien forraré ahora mi cuarto si se han rajado las paredes del portazo que diste. Y cómo quitaré este maldito olor a vacío que dejaste c...