Tengo un lápiz con el que no sé escribir.


Hace mucho tiempo que no pasaba por aquí. Huele a vacío, perdonad la suciedad, cuánto ha llovido.
Pero pasen, pasen, no se queden ahí. Estoy segura que os va a encantar tanto como el primer día que yo lo vi.
Como veis es demasiado grande, pero a mí me hacía demasiado pequeña. Me empeñé en llenar todos los vacíos que causaba, pero comprendí que todo lo que ocupa no siempre llena. Hay muebles por todos sitios.
Es preciosa a pesar del polvo, que al final es lo único por lo que uno vuelve. Para limpiar los restos que aún no se han ido (para matar las ganas que otros no te dieron).
Y yo tengo alergia.
Es maravillosa, os lo juro, nunca lo puse en duda. Puedes ver desde aquí, la luz de las farolas de la ciudad brillar (cuando tenía los ojos cerrados). Puedes ver las amapolas de todo este campo (que antes era ruinas) florecer, cuando llovía. Mirad, nunca puse rejas a estos ventanales, desde aquí yo me sentía libre, desde aquí yo quise echar a volar. Preferí cuidar mi nido.
Aún huele a humedad, lo siento, nadie supo darle el calor necesario en días de invierno. Y a nuevo, como los zapatos que nunca usas. Pero son bonitos, y nuevos.
He hecho tantas comidas en esta cocina que terminaron por saberme a poco. Supe que después de cada queja existía una necesidad y el hambre era lo único que me saciaba del propio hambre. Pero tenéis de todo, no hay ningún cubierto ni plato roto, supe que era lo último que se podía romper habiendo corazones por medio.

Sé que la haréis vuestra, es demasiado acogedora si así estáis dispuestos a hacerlo. Como todo. Cómo quién está dispuesto a poner cerradura a las puertas de la intimidad o prefiere dejar todas las puertas abiertas. Cómo quien prefiere la mala compañía antes que la soledad.
Propia elección, señores.
Pero si decidís ser vuestra, entender que casa es más que un lugar; son personas, que te hacen sentir bien después de hacerte sentir tu mismo. Donde no existe el espacio, ni siquiera el tiempo. Aquel hogar donde podrás marcharte sabiendo que puedes volver seguro.

Bienvenidos, espero que esta casa se haga vuestra. Nunca fue la mía, por ello sé que será perfecta para otros. 

No quiero nada que no me sirva;

Aquí os dejo las llaves. Os la entrego.


Gracias por su compra.

Comentarios

  1. Bravo! Las personas son casas, y muchas se sienten obligada a permanecer aún sabiendo que no son su mejor hogar. Hay que saber abandonar 'entregar las llaves'. Enhorabuena por esta gran entrada.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una flor azul para este entierro.

...para cambiar lo que somos.

Volando con.