"Deberíamos tocarnos más y hundirnos menos, capitán"
Cuando me preguntaste ¿Qué horas crees que es?
debí haberte dicho "se ha quedado buena noche para buscar el tiempo entre las piedras, podemos buscarlo y atrasarlo, para salvarte otra vez de esta"
pero sólo me salió el "llevo contigo desde las 9, ahora serán las 12" para que me vuelvas a decir impresionado que son las 5 de la mañana.
Pero te callas
pero me río
pero aún es demasiado pronto para dormir
y el sol demasiado cerca para recordarme que tengo otra responsabilidad que asumir
y yo no quiero,
pero me niego
a que tenga que ser feliz en esta vida con dinero y no con tu risa.
Pero sólo por hoy, ya veremos mañana.
Tócame. Pero como yo quiero, cómo tú sabes; haz vibrar las cuerdas
de mi garganta.
Tócame como 100 euros en una apuesta de un bingo y no como el euromillón; sólo por hoy y no para toda la vida
-que no sé cuánto dura una vida pero sí sé lo que dura hoy-.
Tócame la puerta si necesitas ayuda pero no me ayudes a cerrártela si entras sin avisar.
Me hubiese gustado decirte que llevamos el control de este barco. Que mi piel es de plástico y mi sangre puro aire. Que me toques tanto como puedas que hoy no podrás hundirme.
Que en este juego nadie pierde porque sólo estaba permitido perder lo que ya perdimos:
la vergüenza:
Me has visto en todos los modos que se puede ver a un recién nacido llegar al mundo:
llorando
doliendo
indefensa
desnuda
con miedo a todos los seres humanos.
Me has visto en todos los modos que se puede ver a una madre al ver a su recién nacido llegar al mundo:
riendo, feliz
sanándose
con fuerza
con cualquier vestimenta
queriendo protegerte de todos los seres humanos.
Te he dado a conocer, pero sólo hasta hoy, mañana podré ser otra.
Soy el animal que más puede sentir el peligro llegar y sé que tengo el huracán delante apunto de destruirme, pero no será hoy, hoy no me hará daño.
Ya se verá mañana; será otro día.
Me preguntas ¿qué hora crees que es? y tu dices que las 11, yo digo que la 1
sabiendo los dos que son las 5 de la mañana
y nos echamos a reír.
Sabiendo que hoy es demasiado pronto, pero mañana será otro día
y quien sabe,
quizás
demasiado tarde.
Una vez más vuelves a estar increible. Siento tus mismas palabras con la incapacidad de poder escribirlo así. Felicidades.
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