Ojala supieras que no es sólo tu corazón de oro todo lo que te reluce.
Yo que soy del
verbo ser y no sé estar contigo sin haberme parecido
después
una ilusión.
Aún no se cual
es tu truco pero sigo sin saber donde escondes tus manos
para
desnudarme.
Te he vomitado
verdades más grandes que el puñado de flores recién cortadas que recibirá mi
tumba.
Te he hecho
daño de la manera más sana que conozco: sin saber mentirte.
Llevando la verdad por delante es el mejor anticonceptivo para no dar a luz a la mentira. Por delante siempre.
Te he hablado
del amor apostando que la única forma de crearlo era haciéndolo. Te he hablado
de él con el lenguaje mas irónico que tuve; sin quererme. Y así, pude
comprender que nunca he sabido amar a nadie.
Te he hablado
del amor mirándote a los ojos
y me ha
saludado.
Abarcas con tus
brazos el mejor océano de todos, aquel que nunca podrá hacerse de hielo porque
mis lágrimas son desprendedoras
de sal.
Y contigo he comprendido que llorar es la forma más placentera que tengo de sentirse libre.
de sal.
Y contigo he comprendido que llorar es la forma más placentera que tengo de sentirse libre.
Te diré que mi
ultima confesión
después de mi primera comunión
ha sido en tu casa.
Te confieso
que yo nunca mataré
si no te tocan.
Desde que te
conozco no imaginas lo que me conozco.
Me conozco en
paz,
loca,
sana
y enferma me siento guapa.
Desde que te
conozco, reconozco más mi estado de ser libre, mi capacidad de escuchar y la
gratitud de ser escuchada, mi derecho de ser fiel a mi coherencia
-y es lo único
que nadie me va a quitar-
Desde que te conozco
desconozco el tiempo. Hace un año me parece que fue ayer y toda la vida.
Desde aquel
momento me conozco -te diré lo que más odio- a través de ti.
Ya no sé que no
sé hacer más contigo, porque aunque tú no lo sepas, me has iluminado la vida
que no conocía.
Te he
consentido que no me consientas nada que te haga daño,
el amor sin
amor
por ejemplo.
A cualquier
lado irónico de la vida te acompaño en tu consentimiento.
Hemos terminado en hospitales sin ni siquiera yo creer en ellos. Me pone más enferma que no me diagnostiquen la enfermedad que mi propia enfermedad, porque así no puedo conocer cual es mi remedio.
Aunque tu no lo sepas,
eres la familia
de esta ciudad que no tengo. Eres justo eso,
con quien me
hubiera gustado crecer.
Me has ayudado a encontrar las piezas que perdí de niña y por fin ya puedo continuar formando mi puzzle.
Ahora leo los
cuentos que nunca me leyeron. Y por favor, cuéntame otro. Tengo mucha infancia jugando
en mi sangre y acabo de despertar en la vida que han destruido los adultos y el
dolor a verla, me pone igual que los hospitales. Enferma.
Aunque tu no lo
sepas admiro tu sabiduría. Aunque eres tu quien enseña, soy yo quien
aprende.
Haces volar por los aires
mi imaginación.
Cada día es un volver a nacer. Porque cada día es un volver a matar
mis dudas.
El día que me
faltes,
porque así sea
lo mejor
lo aceptaré
igual que llegaste a mi vida: dando las gracias
-por llegar y
por haber estado-
Convenceré a
todo el mundo para que tengan la misma oportunidad que yo
que salgan a
buscarte.
Y en aquel lugar
donde se esté empezando a cambiar el mundo,
justo ahí,
estarás tú.
PRECIOSO !
ResponderEliminarQue bonito...
ResponderEliminarSí señor, el mundo a tus pies mereces por tus palabras..
ResponderEliminarMe encanta
ResponderEliminarDe la manera más sincera y gratificante que conozco, GRACIAS por todos los comentarios!
ResponderEliminar