Modo Avión
Tres paradas y un trasbordo
Tribunal se convierte en el tercer Aeropuerto de Madrid
pero con menos lágrimas y más cervezas,
y pienso que ésta terminal podría llevar
sin duda alguna
tu nombre
porque tu nombre me recuerda
el regreso a casa,
después de estar volando.
Y ahí estas tú
esperando mi llegada
hace una semana que no te veo
y para ti una semana es solo eso,
una;
sin embargo para mi son siete días
seis noches sin tu culo
cinco dedos que no te tocan
cuatro abrazos sin rozarte
tres despertares sin tu luz
dos ojos que no quieren dormir
y una masturbación
a tu salud.
Joder, que mala costumbre tengo de medir el tiempo
con ausencias
pudiéndolo colmar con recuerdos.
Malasaña esta cambiada
le han pintado los valientes que forman el orgullo
y de colores solo los mediocres.
Malasaña hoy es diferente,
le han escrito poesías en todo su cuerpo
-dice el telediario del bar de la esquina-
mientras caigo en la cuenta de que mas allá de tu presencia
hay un mundo de arte
que no había notado.
A veces, no me percato ni si quiera que hay un mundo.
Paseamos por la calle Pez
y me acordé que hace un par de semanas
leí en el periódico
que los peces tienen gran semejanza con el comportamiento humano.
Y a decir verdad
me pregunto si alguien más se había dado cuenta
que cuando tu lloras las calles parecen el arrecife de coral
y cuando llueve
mi ídolo moro
adornas y embelleces los ambientes naturales
de la tierra.
Pero no puedo verte triste
porque yo,
que ardo con las injusticias,
sería capaz de hacer arder este ecosistema marino.
De camino a casa me llevas a tu adolescencia
al colegio de los petas
a los locales donde estaba permitido beber alcohol
cuando aún no tenías ni edad suficiente para las tristezas.
Una copa era poco
pero más de tres eran demasiadas para la inocencia
de creer que una caricia era el principio del amor
y no del sexo.
Llegamos a tu portal
y el humo de mis dos últimas caladas
hacen desaparecer tu sonrisa,
mientras me escupe la ironía de la vida a la cara:
una guerra entre lo que me esta quitando la vida
contra quien me la está dando.
Y me condeno y me juro tener solo mono de ti.
Subimos a tu casa
y parece subir al tercer puto cielo
levitando,
y sin haberme confesado antes
de todos los pensamientos impuros
que me rondan por la cabeza.
Pero tumbados nos encontramos,
donde existe algo mucho más que el amor
mucho mas profundo que el simple acto del follar vulgar
o sexo tántrico para los que utilizan el deseo
egoísta como ultima opción.
Allí donde
confundimos los dos cuerpos
hasta el punto de olvidar
de donde venimos
y a que piel pertenecemos cada uno.
Dormimos,
y a mi me despierta la quinta llamada
de un número que no conozco
y supongo que ese numero a mi tampoco,
porque a ser así,
sabrá
que no puedo despertar si estoy soñando contigo
"No disponible. Viajando a otro mundo.
Cuando tenga el corazón en la tierra recibirá mi llamada"
-le reclama mi contestador de voz
mientras a mi me recuerda
que esta terminal
sin duda alguna
debería de llevar tu nombre
porque tu nombre me recuerda
el regreso a casa
después de estar volando.
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